CONTRATO CONDUCTUAL PARA ADOLESCENTES

Tal vez en algún momento han escuchado hablar sobre los contratos conductuales los cuales pueden ser elaborados para permitir la solución sobre una problemática que se ha generado y requiere que las diferentes partes que están involucradas lleguen acuerdos específicos.
En este documento se indica y específica que tipos de acciones, conductas, recompensas y consecuencias estarán aceptadas o rechazadas.
Generalmente se realiza a personas que requieren lineamientos y control sobre sus acciones, en este caso se realiza en niños, adolescentes, personas con problemas compulsivos y obsesivos, con adicciones, etc.
En el caso de los adolescentes se recomienda realizar este tipo de contrato entre padres e hijos, en los cuales se puede incluir conductas que los adolescentes realizan de forma negativa, como son: llegar tarde a casa, fumar, beber, golpear, bajo rendimiento escolar, faltas escolares, evitar ayudar en las labores del hogar, contestar y/u ofender, robos, entre otros.

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Tanto padres como hijos deberán establecer cuáles son las conductas que deseas cambiar o evitar, sin embargo, no traten de cambiar todas las conductas al mismo tiempo porque es probable que los chicos no lo realizarán, es preferible empezar poco a poco, para que se obtengan resultados.
También es necesario establecer las consecuencias cuando sucedan las conductas no deseadas, en este caso la recomendación es que los propios hijos las proporcionen de acuerdo a sus acciones, estas deben ser consecuencias conductuales, por ejemplo si un chico contesta de manera grosera o burlona a sus padres y dentro del contrato se estableció que no debía hacerlo, entonces la consecuencia pudiera ser lavar el auto dos veces al mes o limpiar el baño en ese día.
Ahora bien, cuando la conducta no deseada no aparece o aparecen conductas aceptadas, estás también tienen consecuencias buenas o recompensas, al igual que las otras partes del contrato deberán realizarlas padres e hijos, seguramente los hijos pedirán recompensas enormes dependiendo lo que deseen, en muchas ocasiones son salidas a fiestas, un nuevo celular, una nueva consola de juegos, un viaje, etc., pero cuando esto suceda piensen si ustedes pueden pagar o dar lo pedido, recuerden que las conductas aun cuando son molestas no implican que ustedes como padres desembolsen grandes cantidades de dinero, por el contrario las recompensas son equiparables a sus acciones, si el chico no ayudaba en casa por ejemplo su recompensa por realizar la tarea asignada podría ser una salida al cine con sus amigos o bien utilizar sus videojuegos o consolas.

EJEMPLO DE CONTRATO CONDUCTUAL ENTRE PADRES Y ADOLESCENTE

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Además se puede agregar dentro del contrato un espacio donde se proponga que si existe una duración mayor de su comportamiento aceptable se le dará otro tipo de recompensa, como extra a su buena conducta.
Es necesario tener un registro sobre cuales son las conductas que ya dejaron de realizarse, las que aun no cambian y las consecuencias que se generaron, esto es una manera de revisar en que se puede trabajar y cuales son las que realmente funcionan.

Este tipo de contratos usualmente los hacemos dentro del consultorio, en muchas ocasiones es preferible que se tenga una guía para evitar malos entendidos y de esta manera el terapeuta quedará como testigo ante el contrato y la familia.

Este tipo de contratos también puede ser utilizados dentro de las aulas, donde las utilizan como apoyo ante situaciones que requieren cierto tipo de lineamiento, pero en otro artículo daremos más detalles al respecto.
Recomendamos asistir con un psicólogo o terapeuta cognitivo conductual para que los orienten para realizar este tipo de contratos, si te encuentras en la Ciudad de México nosotros podemos apoyarte.

Fuentes de referencia
La anterior información la podrás encontrar en las siguientes páginas:

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