EL SUFRIMIENTO FORMA PARTE DE LA VIDA

"No hay razón para buscar el sufrimiento,

pero si éste llega y trata de meterse en tu vida.

no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada"

Friedrich Nietzsche (1844-1900)

El sufrimiento es parte de la vida misma, sin embargo la manera en que vemos tal sufrimiento dependerá de nuestra propia percepción, análisis, creencias, aprendizaje, enseñanzas, personalidad, etc., que cada uno de nosotros tenemos.

El sufrimiento es descrito como el sentido de volver sobre las penalidades de la vida tal como uno las vive y pone en el presente un sufrimiento futuro.

Una persona puede sentirse muy desdichada al pasar por un suceso que le ha complicado la vida, el dolor es muy alto al punto de creerlo intolerable, la reacción de esta persona puede estar influida por muchas otras acciones, desde entrar en una depresión o evitar sentir lo que siente evadiendo de todas las formas posibles esa sensación.

Se ha detectado que en nuestra época solemos evitar a toda costa sentir dolor y sufrimiento, lo cual puede derivar en otras reacciones, algunos pueden ingerir sustancias tóxicas, otros pueden evitar nombrar las situaciones o pasar de largo cuando notan que pueden sufrir.

El estado incomodo que genera experimentar el sufrimiento limita al ser humano a explorar su propia humanidad, lo que implica el rechazo total al dolor aun cuando es algo natural.

La tendencia actual es que las personas aspiren a no sufrir nunca ni por nada, donde todo lo que desee la persona pueda lograr sus objetivos, metas y éxitos sin necesidad de padecer de nada, nunca. Lo cual es imposible, porque cada paso que se dé, cada meta u objetivo trazado requerirá ciertos sacrificios, es más temores o miedos para alcanzarlos.

Ahora bien, sabemos que para diferenciar lo que sentimos tanto bueno como malo, tiene que ver con lo aprendido, y esto se logra a través del lenguaje y la comunicación, la cual fue adquirida cuando interactuamos con otros seres humanos, en este lenguaje adquirido podemos nombrar las cosas como nos lo enseñaron, lo que permite que relacionemos nuestros sentimientos, sensaciones, percepciones, etc., con palabras específicas.  Así, de esta forma podemos reconocer cual es la causa de nuestro sufrimiento. Lo que implica que para entender lo que pasamos necesitamos un lenguaje apropiado, además se cree que gracias al lenguaje nosotros sabemos identificar la infelicidad y ya de manera particular gracias a este podemos asistir a terapia psicológica y afrontar el sufrimiento.

Si bien adquirimos el lenguaje como herramienta principal para lograr comunicarnos, nos permite ampliar el conocimiento y es útil, efectiva, eficaz y permite el bienestar; la parte contraria es que gracias a este conocimiento y lenguaje se debe dominar para que no nos sobrepase el echo de que al saber demasiado no encontremos el equilibrio sobre la capacidad de reflexionar sobre nuestra vida, entorno y lo que conlleva a experimentar todo tipo de sensaciones, como son el amor, felicidad, dolor, tristeza, angustia, terror, etc.

Empezamos a tomar consciencia de lo que somos, que hacemos, como vivimos, lo que sentimos y en muchas ocasiones no nos gusta, deseamos vivir carentes de sufrimiento, pensando que eso es el bienestar, lo cual es erróneo porque no estamos valorando todo lo que pasamos para poder lograr momentos de bienestar, los cuales aparecen cuando tenemos un tiempo de sufrimiento que nos sacude.

En nuestra sociedad se cree que sentirse bien es contraponerse al sufrir, donde sentirse bien es lo normal y sufrir es anormal, se piensa que el sufrimiento tiene que ver con pensamientos de impotencia y de incapacidad, y que esto no permite a la persona tener disposición para actuar cuando la misma vida lo requiere.

Surgen además, relaciones y combinaciones de pensamientos y comportamientos, por ejemplo que alguien diga que se puede confiar en ella como algo positivo, también puede decir que no puede funcionar igual que antes como una expresión negativa, estas expresiones lo que fomentan son lazos entre el pensamiento, lenguaje, sentimiento y actuar en la persona.

Parece algo genérico que sentirse bien es lo mismo que evitar ciertas sensaciones negativas y anormales, el sentirse mal es creer que la persona no esta sana, y aunado que si algún individuo expresa que se siente mal pero que esta bien, no es bien visto por su entorno social.

El que una persona sepa que esta mal o se encuentra mal en un ámbito de su vida no quiere decir que todo su entorno o todos sus demás ámbitos estarán mal, no significa que impedirá que el logre estabilidad o felicidad, porque la creencias es que si se sufre es infeliz siempre, se sabe que cuando la persona tiene pensamientos o eventos privados negativos pueden actuar como barreras para lograr vivir de manera plena y feliz.

Si bien la reflexión como ya lo hemos dicho es parte de lo que uno piensa y siente, sobre lo hecho y lo que no se ha realizado aun, resulta como un credo de acuerdo al individuo en su comportamiento y termina atrapado, haciéndose depender de su sentir y su verdad.

Si un sujeto no logra analizar su malestar sobre el sufrimiento no podrá cerrar tal situación, esto sólo podrá hacerlo si utiliza su sistema de lenguaje interno de forma correcta.

Skinner dijo que "el autoconocimiento es un tipo de repertorio especial que se produce por contingencias especiales"; a lo que se refiere es que la persona debe conocerse a sí misma para poder lograr cambios, sirve para incrementar la habilidad de evaluar el impacto de las acciones, para predecir lo que aun no se ha experimentado, para aprender del pasado, para mantener, construir y transmitir el conocimiento y sirve para que se regule la conducta.

Lo que importa es aprender a reflexionar que las circunstancias de la vida pueden o no causar sufrimiento o alegrías, que a partir de ello tenemos enseñanzas importantes que nos hacen crecer y valorar nuestras vidas.

Bibliografía:

• El sufrimiento humano. Instituto Cognitivo Conductual. file:///C:/Users/latitude/Downloads/Wilson-y-Luciano-Cap.-1.pdf