LIBERTAD SOBRE IMPOSICIÓN

La libertad es un derecho universal, que ha sido reconocido por primera vez, a escala internacional, como derechos fundamentales de la persona, esto ha adquirido en los años transcurridos un progresivo reconocimiento y presencia, en la conciencia de los hombres, tanto en lo legal y en políticas de los gobiernos.

La proclamación universal de los derechos humanos está muy lejos de la práctica universal de estos. Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas (1998) declaró: "Ha llegado la hora de preguntarnos no sólo cómo puede la Declaración de Derechos Humanos proteger nuestros derechos, sino cómo nosotros podemos proteger debidamente la Declaración... es hora de emprender otra etapa en este viaje para dar nueva vida a su mensaje y hacerlo llegar a todos los pueblos."

En esta época continuamos viviendo en tiempos que violentan los derechos humanos, un ejemplo es la libertad con la que debemos contar, desafortunadamente seguimos teniendo imposiciones y miedos constantes.

El abuso constante en el que vivimos es un acto de desigualdad, falta de respeto y falta de justicia. La desigualdad en la que hombres y mujeres conviven es desproporcionada, desde un tono cultural, social, económico, psicológico y emocional, los seres humanos hemos dejado a un lado derechos plenos que dignifiquen la vida de cualquier ser humano. Podemos encontrar que desde el seno familiar existen imposiciones sobre la educación a quienes sí les darán ese derecho y a quienes se los limita.

En la interacción humana se ha encontrado la persuasión tanto para causas nobles como en causas de maldad, la persuasión coercitiva  es un medio de imposición donde se va adoctrinando y controlando a los demás. Entre sus usos están las purgas políticas, programas de reeducación del pensamiento, conversión de prisioneros, guerra psicológica y dinámica de grupos cerrados y radicales como los terroristas y las sectas.

La persuasión coercitiva es un acto deliberado de una persona o grupo de influir en la actitudes o conductos de otros, apoyándose en el uso de algún tipo de fuerza, con el objeto de alcanzar un fin preestablecido.

El uso de la fuerza debe entenderse como cualquier método útil para condicionar o tratar de imponerse sobre la voluntad autónoma de un sujeto, lo cual conllevará siempre una limitación de la libertad.

Esa fuerza o coerción es ejercida tanto física, psíquica o socialmente; además de ser aplicada de forma directa sobre la persona o de manera indirecta; puede tratarse de una fuerza explícita o bien de una contenida o amenazante.

La fuerza física es el tipo de coerción más evidente, aunque no el más eficaz, en el caso de la coerción psíquica, la cual incluye la amenaza, el miedo, presión moral y castigos psicológicos y de humillación, los cuales son más efectivos por las implicaciones que afectan al sujeto ante esos actos constantes; entre lo psicológico y lo social estos están  relacionados, por el tipo de control que existe en el ambiente, las agresiones grupales, colectivas o institucionales, aunque son más sútiles y suelen ser difíciles de comprobar,  la afectación que surge en el sujeto dejan daños irreversibles.

El intentar dominar al otro es la forma más común de imponerse sobre el individuo, como ya hemos dicho el adoctrinamiento y la restricción de la libertad junto con la limitación de informar, son características de reprogramar el pensamiento.

Encontramos en esta reeducación del pensamiento a la guerra psicológica y dinámicas de ciertos grupos cerrados y radicales, donde se intenta captar miembros, se utilizan intensas y extensas aplicaciones de técnicas coercitivas y se genera en la persona un autentico cambio de pensamiento.

Lo más lógico antes de imponer cualquier situación, sería negociar, esto daría mayor resultado en cualquier ámbito, porque proporcionaría un clima de diálogo y de acercamiento ante las diversas posturas. Las negociaciones tienen la finalidad de que ambas partes se entiendan y se respeten.

Es importante desarrollar planes de prevención para hacer frente y resistir la imposición y la persuasión coercitiva. Encontramos algunas opciones para hacer frente a esta problemática:

- Inducción a estados emocionales resistentes: la cual se basa en fortalecer el estado emocional del receptor, aunque sea de una forma sólo temporal, para situarle en la mejores condiciones emocionales de resistirla. El aumento de la autoestima de la persona suele ser uno de los objetivos principales de este fortalecimiento, sin embargo, no es garantía definitiva de invulnerabilidad.

- Entrenamiento de habilidades críticas: para detectar los intentos de comunicación persuasiva, como para someter a análisis y refutar los argumentos de la misma, es una fórmula clave en la formación para resistir a la persuasión. Además, una predisposición de atención y escucha activa en la interacción personal facilitará también la detección de la influencia externa y preparará la oportuna reacción.

- Afianzar los compromisos: el sujeto receptor se reafirma previamente a sus compromisos preestablecidos, él será inmune al cambio de actitud propuesto. El compromiso sirve para respaldar el equilibrio entre creencias, manifestaciones y conductas propias.

- Vinculación entre convicciones: estas convicciones cuando están integradas con las creencias centrales, resultaría difícil que existan cambios. Es dar soporte a una posición particular dentro del propio sistema de creencias, logrando así una mejor defensa de la misma ante futuros ataques.

- Advertencia: aunque no se informe a la persona sobre el contenido del mensaje persuasivo, el solo hecho de advertirle que recibirá un intento de persuasión favorecerá el incremento de la resistencia al mismo. Esto permitirá contra argumentar las ideas que se intentan imponer.

- Reactancia: la teoría psicológica de la reactancia alude al mecanismo de reacción de oposición que se pone en marcha ante la percepción de una limitación externa de las libertades propias. Se centra en la protección de la libertad personal y postula la necesidad de mantener la libertad de elección entre las diferentes alternativas de conducta. Cuando el sujeto entiende que su libertad está siendo amenazada, restringida o limitada de forma ilegítima, le sobrevendrá un estado cognitivo inconfortable que le hará reaccionar de forma opuesta a la que le es recomendada. Esta conducta reafirmadora de la propia libertad restaurará su tranquilidad cognitiva.

Parte de las estrategias para resistir cualquier tipo de imposición y de persuasión coercitiva, es que el sujeto debe enfrentar frontalmente con planteamientos éticos mas elementales.

Entre estas estrategias encontramos:

* Autonomía personal e integración social: donde la autonomía individual se fortalece mediante la pertenencia a sectores sociales. La persona debe tener una figura solida sobre su propia personalidad que le permita mantener sus propios valores, creencias, motivaciones, metas, etc.

*Autoestima: cuando un sujeto tiene bien plantada su autoestima y su seguridad en sí mismo, es difícil que se corrompa su ser, es mantener un sentido de orgullo personal ante circunstancias intimidatorias, dando una imagen de competencia, puede reducir los sentimientos de desamparo en situaciones de tensión. Parte de este proceso el sujeto aprende a enfrentar sus miedos y frustraciones para evitar ser manipulados.

* Pensamiento crítico e independiente: quien tiene un pensamiento crítico e independiente le es difícil caer en persuasiones, mantiene su autonomía. La defensa de la propia independencia debe conducir a no aceptar que el otro sea más poderoso o tome mayor control de la situación sobre uno. Además de mantener sus argumentos con fuerte convicción si el otro también lo hace. El desarrollo del escepticismo ayuda a detectar diferencias e incongruencias entre los ideales propuestos por un agente de influencia y sus acciones reales.  

Vivir con libertad significa poder tomar decisiones sobre nosotros mismos, que las ideas que surjan en otros contextos no sean impuestas, sino presentadas como sugerencias, donde cada uno de nosotros podamos discernir y confrontar con argumentos válidos y llegar a conclusiones, sin afectar la libertad del otro.

FUENTES DE REFERENCIA

• http://www.uv.es/aprjuv/quaderns/3/Pastor-DESIGUALDAD.pdf
• http://eprints.ucm.es/8606/1/DERECHOS_HUMANOS_Y_CALIDAD_DE_VIDA.pdf
• https://ispeval.wordpress.com/tag/ayuda-psicologica/
• http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:http://www.copmadrid.org/webcopm/publicaciones/social/1994/vol2/arti3.htm&gws_rd=cr&ei=Rnf9WKSRBsX4jwSB_aTQBg