TÉCNICAS DE REFORZAMIENTO PARA NIÑOS PEQUEÑOS. REFORZAMIENTO POSITIVO Y NEGATIVO
"La conducta realizada es una parte insignificante de la conducta posible.
El hombre, a cada momento, está lleno de posibilidades irrealizadas"
Vygotsky, L. 1925
En este artículo hablaremos sobre como reforzar conductas en niños pequeños, a través de técnicas conductuales, sin embargo debemos comprender que significa la palabra conducta.La conducta también es conocida como la actividad, acción, actuación, respuesta y reacción; la cual es algo que una persona hace o dice; es también conocida como cualquier actividad muscular, glandular o eléctrica de un organismo.
Caminar, hablar en voz alta, lanzar una pelota, gritarle a alguien son conductas visibles que serán recordadas por los demás, encontramos conductas que no observamos a simple vista como son el pensamiento de que pudiera pasar algo como por ejemplo "pienso que si me subo a la bicicleta me caeré" la conducta aquí sería que la respiración se acelera, el ritmo cardíaco se eleva, puede palidecer, le suda las manos, de entrada tal vez no lo veríamos pero la persona empieza a percibir esto en sí misma.
Para lograr controlar ciertas conductas que afecten se utiliza la modificación de conducta, la cual define los problemas y utilizando procedimiento o técnicas para alterar el entorno de una persona y así ayudarle a funcionar adecuadamente.
Se requiere que los modificadores conductuales reestructuren el entorno de la persona se debe acudir con un profesional que aporte las herramientas necesarias, en esto recae los terapeutas conductuales o terapeutas cognitivos conductuales, estos proporcionan conocimiento útil para diseñar programas de tratamiento viables y variables para una eficaz intervención.
El terapeuta realiza una evaluación conductual recogiendo y analizando información que se le proporcione, identifica y describe los objetivo, identifica las causas de la conducta, guía la selección de un tratamiento apropiado y evalúa los resultados de la intervención.
Las herramientas y el apoyo que se le ofrece a los pacientes a través de estas técnicas permitirá que logre objetivos, recordemos que el plan que se sugiere debe realizarse al pie de la letra para que sea eficaz.
En muchas ocasiones llegan a consulta padres que se encuentran contrariados por no saber cómo lograr que su hijo coma, vaya al baño, no pronuncie correctamente, no sabe interactuar con otros niños, tenga rabietas constantes, tenga enuresis, etc.
Lo primero como ya se ha dicho se debe identificar la conducta que el pequeño esta manifestado, su frecuencia, el contexto en que se manifiesta, ante quien o quienes se presenta, etc.
Ya determinada la conducta, las estrategias y objetivos a alcanzar se determinan por tiempos, podemos utilizar dentro de estas estrategias a los reforzadores positivos y negativos,
En el caso de los reforzadores positivos los definimos como un acontecimiento que se presenta inmediatamente después de una conducta, provoca que la frecuencia o la posibilidad de que ocurra la conducta aumenten, generalmente es sinónimo de premio o recompensa, pero también al reconocimiento de la conducta. Este reforzamiento fortalece otros comportamientos en otras situaciones, si el niño (o adulto) hace algo que es seguido inmediatamente de un reforzador positivo, es más probable que repita la misma acción la próxima vez que se enfrente a la misma situación.
Se requiere utilizar ese reforzador positivo varias veces de manera constante para que la respuesta del pequeño sea la que se desea.
Por ejemplo:
La situación: Una madre haciendo la comida
Respuesta: El hijo juega con sus juguetes y su hermanito
Consecuencia inmediata: Terminando la comida la madre juega con ambos
Efecto a largo plazo: En el futuro, es probable el pequeño juegue con el hermanito mientras la mamá realiza la comida, porque sabe que recibirá la atención después de que se termine la actividad de la mamá.
Otro ejemplo:
La situación: Un padre y la hija van a realizar compras en un día muy caluroso.
Respuesta: La pequeña sigue al papá sin quejarse, sin rabietas y tranquila
Consecuencia inmediata: El papá le dice que comerán un helado juntos
Efectos a largo plazo: Las siguiente ocasiones que vayan a realizar sus compras, es probable que la pequeña lo acompañe tranquilamente.
Para elegir que tipo de reforzadores se utilizaran, se ocupan estímulos que sean agradables para el niño, los reforzadores generalmente son personalizados, porque depende del gusto de cada persona, algunos usan dulces, otros juguetes, otros escuchar música, otros salir a la calle, otros un helado, otros pintar, otros tocar una manta suave, etc., dependerá de cada niño y como responda ante ese reforzador.
La mayoría de los reforzadores positivos se organizan conforme a cinco categorías: de consumo, actividad, manipulativo, de posesión y social.
Reforzador de Consumo: son comestibles, golosinas, galletas, fruta y refrescos.
Reforzador de Actividad: Ver televisión, ojear un libro o mirar en la ventana.
Reforzadores Manipulativos: entretenimiento con un juego favorito, colorear, montar en bicicleta, navegar por internet, etc.
Reforzador de Posesión: Oportunidad de sentarse en su silla preferida, ponerse un vestido favorito, tener un habitación propia, disfrutar de un objeto de forma exclusiva (puede ser temporalmente).
Reforzadores Sociales: palmaditas afectuosas, abrazos, elogios, gestos de aprobación, sonrisas, incluso una mirada o cualquier otro tipo de indicación de atención.
El tamaño del reforzador es determinante para su eficacia, se puede utilizar fichas cada vez que realice una conducta deseada y estas fichas pueden ser canjeadas por algo que desee el niño, por ejemplo un libro de colorear.
Es importante dar instrucciones claras a los pequeños, tienen que ser claras, cortas y concisas, para que el pequeño logre realizar la acción deseada, y si lo realiza debe reforzarse inmediatamente después sino nunca será reforzado realmente, aunque se le indique que se le da algo porque realizo las cosas pero si paso mucho tiempo para el niño no será valido.
Siempre que se realice una conducta sea buena o mala puede suceder que se refuerce dicha conducta, por ejemplo si el niño realizo una labor de manera correcta en tiempo y forma se puede reforzar con un halago o con algo que le guste al pequeño, pero si el niño estaba realizando una actividad incorrecta como pintar las paredes y en ese momento la mamá o el papá le dicen que van a comprar un helado se esta reforzando una conducta de manera fortuita a una conducta supersticiosa, lo cual el niño entendió que al estar pintando las paredes la mamá o papá le llevarán a comprar helado.
Si un reforzador no está produciendo la respuesta deseada se deberá buscar otros hasta lograr el cometido, aunado con una felicitación, se debe ser constante cuando se produzca la conducta deseada para que el pequeño entienda que ha realizado bien dicha conducta.
Ahora bien en el caso del reforzamiento negativo es también un reforzador que fortalece una respuesta, es negativo porque dentro del fortalecimiento ocurre cuando la respuesta se lleva a la eliminación de un estímulo aversivo. Es intentar escapar de una acción desagradable, se establece después de la ocurrencia de una respuesta la que incrementará la probabilidad de esa respuesta, no es un castigo, el estímulo aversivo debe presentarse antes de la respuesta de escape. Los estímulos son molestos, indeseable o displacenteros no son necesariamente reforzadores negativos.
Un evento indeseable puede servir como evento aversivo para una persona pero no para otra, un reforzador negativo puede funcionar en una ocasión pero no en otra, al igual que el reforzador positivo su funcionamiento y eficacia dependerá sobre el efecto de la conducta.
El reforzamiento positivo y negativo siempre se referirá a un incremento de la conducta, el reforzamiento negativo requiere de ese estímulo aversivo actual que puede retirarse o terminarse después de que se ha realizado una respuesta o conducta específica.
El estímulo está simplemente allí o esta presente en el ambiente, entonces alguna conducta puede deternerlo o terminar con él, esa conducta está reforzada de manera negativa.
Un ejemplo es que una mamá o un papá regañen al niño lo cual puede incrementar que el niño recoja sus juguetes; otro ejemplo es si un padre carga a su hijo mientras llora, el llanto constituye, para los padres, un evento aversivo que concluye después de que ellos responden.
El cargar al niño refuerza negativamente por el cese del llanto, pero también refuerza negativamente al niño porque recibe la atención de sus padres.
El reforzamiento negativo requiere que se presente un evento aversivo como un choque, ruido o aislamiento que puede retirarse o reducirse inmediatamente después de que la persona responde. Generalmente no es deseable el uso de estímulos aversivos, el reforzamiento negativo se utiliza con poca frecuencia en los programas de modificación de conducta.
Se cuenta con dos tipos de reforzadores negativos los primarios y los secundarios, los primarios van desde ruidos fuertes y choques; en el caso de secundario pueden ser expresiones faciales de desaprobación o decir la palabra no.
El niño aprende a evitar o escapar de una situación que no le gusta, realizando las acciones que esperan de él.
Se encuentra con facilidad varios procedimientos y estrategias menos objetables y más positivos, lo cual nos indica que es más común utilizar los reforzadores positivos que los negativos, sin embargo ambos tienen eficacia si se realizan como se ha establecido.
La situación: Una madre haciendo la comida
Respuesta: El hijo juega con sus juguetes y su hermanito
Consecuencia inmediata: Terminando la comida la madre juega con ambos
Efecto a largo plazo: En el futuro, es probable el pequeño juegue con el hermanito mientras la mamá realiza la comida, porque sabe que recibirá la atención después de que se termine la actividad de la mamá.
Otro ejemplo:
La situación: Un padre y la hija van a realizar compras en un día muy caluroso.
Respuesta: La pequeña sigue al papá sin quejarse, sin rabietas y tranquila
Consecuencia inmediata: El papá le dice que comerán un helado juntos
Efectos a largo plazo: Las siguiente ocasiones que vayan a realizar sus compras, es probable que la pequeña lo acompañe tranquilamente.
Para elegir que tipo de reforzadores se utilizaran, se ocupan estímulos que sean agradables para el niño, los reforzadores generalmente son personalizados, porque depende del gusto de cada persona, algunos usan dulces, otros juguetes, otros escuchar música, otros salir a la calle, otros un helado, otros pintar, otros tocar una manta suave, etc., dependerá de cada niño y como responda ante ese reforzador.
La mayoría de los reforzadores positivos se organizan conforme a cinco categorías: de consumo, actividad, manipulativo, de posesión y social.
Reforzador de Consumo: son comestibles, golosinas, galletas, fruta y refrescos.
Reforzador de Actividad: Ver televisión, ojear un libro o mirar en la ventana.
Reforzadores Manipulativos: entretenimiento con un juego favorito, colorear, montar en bicicleta, navegar por internet, etc.
Reforzador de Posesión: Oportunidad de sentarse en su silla preferida, ponerse un vestido favorito, tener un habitación propia, disfrutar de un objeto de forma exclusiva (puede ser temporalmente).
Reforzadores Sociales: palmaditas afectuosas, abrazos, elogios, gestos de aprobación, sonrisas, incluso una mirada o cualquier otro tipo de indicación de atención.
Es importante dar instrucciones claras a los pequeños, tienen que ser claras, cortas y concisas, para que el pequeño logre realizar la acción deseada, y si lo realiza debe reforzarse inmediatamente después sino nunca será reforzado realmente, aunque se le indique que se le da algo porque realizo las cosas pero si paso mucho tiempo para el niño no será valido.
Siempre que se realice una conducta sea buena o mala puede suceder que se refuerce dicha conducta, por ejemplo si el niño realizo una labor de manera correcta en tiempo y forma se puede reforzar con un halago o con algo que le guste al pequeño, pero si el niño estaba realizando una actividad incorrecta como pintar las paredes y en ese momento la mamá o el papá le dicen que van a comprar un helado se esta reforzando una conducta de manera fortuita a una conducta supersticiosa, lo cual el niño entendió que al estar pintando las paredes la mamá o papá le llevarán a comprar helado.
Si un reforzador no está produciendo la respuesta deseada se deberá buscar otros hasta lograr el cometido, aunado con una felicitación, se debe ser constante cuando se produzca la conducta deseada para que el pequeño entienda que ha realizado bien dicha conducta.
Un evento indeseable puede servir como evento aversivo para una persona pero no para otra, un reforzador negativo puede funcionar en una ocasión pero no en otra, al igual que el reforzador positivo su funcionamiento y eficacia dependerá sobre el efecto de la conducta.
El reforzamiento positivo y negativo siempre se referirá a un incremento de la conducta, el reforzamiento negativo requiere de ese estímulo aversivo actual que puede retirarse o terminarse después de que se ha realizado una respuesta o conducta específica.
El estímulo está simplemente allí o esta presente en el ambiente, entonces alguna conducta puede deternerlo o terminar con él, esa conducta está reforzada de manera negativa.
Un ejemplo es que una mamá o un papá regañen al niño lo cual puede incrementar que el niño recoja sus juguetes; otro ejemplo es si un padre carga a su hijo mientras llora, el llanto constituye, para los padres, un evento aversivo que concluye después de que ellos responden.
El cargar al niño refuerza negativamente por el cese del llanto, pero también refuerza negativamente al niño porque recibe la atención de sus padres.
El reforzamiento negativo requiere que se presente un evento aversivo como un choque, ruido o aislamiento que puede retirarse o reducirse inmediatamente después de que la persona responde. Generalmente no es deseable el uso de estímulos aversivos, el reforzamiento negativo se utiliza con poca frecuencia en los programas de modificación de conducta.
Se cuenta con dos tipos de reforzadores negativos los primarios y los secundarios, los primarios van desde ruidos fuertes y choques; en el caso de secundario pueden ser expresiones faciales de desaprobación o decir la palabra no.
El niño aprende a evitar o escapar de una situación que no le gusta, realizando las acciones que esperan de él.
Se encuentra con facilidad varios procedimientos y estrategias menos objetables y más positivos, lo cual nos indica que es más común utilizar los reforzadores positivos que los negativos, sin embargo ambos tienen eficacia si se realizan como se ha establecido.
Fuentes de referencia
- https://books.google.com.mx/books?hl=es&lr=lang_es&id=5HvHCQAAQBAJ&oi=fnd&pg=PP1&dq=modificaci%C3%B3n+de+conducta+en+ni%C3%B1os+peque%C3%B1os&ots=2WI0udmzBi&sig=laz7_47o8rEQipcPZKJhSIfaHH8#v=onepage&q=modificaci%C3%B3n%20de%20conducta%20en%20ni%C3%B1os%20peque%C3%B1os&f=true
- https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/31407075/LA_TECNICA_DE_LA_tortuga.pdf?AWSAccessKeyId=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A&Expires=1537892715&Signature=XfgHF%2F7zGs24mdPolUP06DU6Bsk%3D&response-content-disposition=inline%3B%20filename%3DLA_TECNICA_DE_LA_tortuga.pdf
- https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/36994748/Modificacion_de_conducta__8va_Edicion_-_Martin__Pear.pdf?AWSAccessKeyId=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A&Expires=1537893619&Signature=s6zR0eUNDeQ0Qnh6d7umv2IGrLA%3D&response-content-disposition=inline%3B%20filename%3DModificacion_de_conducta_8va_Edicion_-_M.pdf
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